La gestión de operaciones en cualquier empresa viene determinada en primer lugar por su planificación (antes) y luego por su control (durante y después).
El SPCO trata de definir los métodos y herramientas que se utilizan para apoyar la toma de decisiones para gestionar los productos y/o servicios a suministrar a los clientes, analizando los recursos requeridos de materiales y capacidades para satisfacer las necesidades del cliente.
La planificación de operaciones se puede diferenciar a largo y a corto plazo.
En el largo plazo se definen los procesos y la estrategia, llegando a la planificación agregada. El plan táctico viene definido por la planificación agregada, la cual se define partiendo de las previsiones de producción que se derivan de la planificación estratégica.
En el corto plazo, se define el plan maestro de producción (PMP), la gestión de inventarios y la programación de órdenes. Estos se programan en cuanto a necesidades de materiales y personal de forma semanal, para pasar luego a concretarlos de forma diaria.
La gestión de los inventarios de forma correcta va a permitir tener un conocimiento lo más exacto de lo que existe en stock, lo cual es una condición necesaria para que funcionen correctamente el proceso productivo y no existan paradas de producción por falta de producto y no se produzcan excesos de stock que consumen espacio y recursos (costes).
Dentro de los inventarios distinguimos:
- inventario de materias primas y materiales incorporables.
- inventario de producto en curso (Work in Process, WIP): formado por materia prima que ha sufrido algún proceso y/o materiales incorporados, partes de la lista de materiales (Bill of Materials, BOM), pero que todavía no está disponible como producto terminado para su suministro al cliente.
- inventario de productos terminados: procesados y disponibles para ser enviados al cliente.
La programación de las instalaciones debe ajustarse a las demandas de los clientes teniendo en cuenta que las características del producto y la disponibilidad de las materias primas y materiales pueden condicionar la producción. Para ello deben de conjugarse los productos, la maquinaria, las instalaciones y las personas con el fin de cumplir con los pedidos aceptados que se solicitan por los clientes.
