Para evaluar las operaciones que producen valor en un proceso productivo es necesario establecer el flujo de la producción, desde la recepción de la materia prima, materiales (inputs) hasta su expedición al cliente (ouputs).
Una herramienta que permite detectar lo que aporta y lo que no aporta valor es el el mapa de flujo de valor (VSM – Value Stream Mapping), en el que se analiza cada etapa del proceso productivo en cada punto donde se almacenan materiales entre las operaciones y de forma gráfica se representa.
De la comprensión de este VSM inicial podremos extraer mejoras y análisis de cada uno de los procesos que lo componen para poder realizar acciones de mejora que conduzcan a una optimización de las tareas productivas, reducción de productos en curso (WIP – Work in Progress) y a una reducción de costes.